Brigadista
Por René González
Hoy la tarea más transformadora, radical y revolucionaria de nuestro Movimiento Regeneración Nacional –MORENA- es tocar puertas, casa por casa, en cada colonia, barrio o pueblo de México, para llevar un mensaje de aliento, esperanza y organización
Los cambios profundos que necesitamos no vendrán de hacer antesala con políticos de vieja escuela, o de compartir con ellos lobbys de superficialidad y promesa, tampoco vendrán de séquitos ni de faramalla, mucho menos de pactos entre cúpulas del poder, o de élites cada vez más divorciadas de la realidad. Los cambios vendrán de abajo, o no vendrán. El poder popular y obediencia[1] se construye muy abajo.
Andrés Manuel López Obrador ha propuesto una estrategia política basada en el despliegue de toda nuestra capacidad personal de comunicarnos directamente –sin la intermediación de la televisión-, entre nosotros, quienes queremos una Patria con justicia y dignidad. De voz en voz.
La respuesta para México no está en los portones de grandes palacios u oficialías de partes de instituciones fallidas, sino en casas humildes y lejanas, cuartos de azotea, rancherías escondidas. Ahí dónde sólo ha llegado la política tradicional, programas sociales condicionados y dádivas electoreras. Ahí dónde cunde la desinformación paradójicamente hoy resurge el germen de la utopía, con información y organización el horizonte cambia.
La apuesta es la visita domiciliaria, parece algo sencillo, pero implica esfuerzo y disciplina, certeza (la simulación es contrarrevolucionaria), claridad en el mensaje y, sobre todo, capacidad organizativa: la cual no es tan sencilla de lograr, pero tampoco imposible para quien se lo propone.
De cumplirse las metas de MORENA y que cada militante del movimiento se convierta en un Protagonista del cambio verdadero, que invite, informe y de seguimiento a cinco ciudadanos más (pueden ser amigos o familiares), que se incorporen a la lucha electoral de aquí al 2012, y política-social más allá del 2012, habrá una verdadera Revolución Silenciosa en México. Un movimiento con bases sólidas ante una oligarquía con pies de barro.
Para encontrar Protagonistas del cambio verdadero hay que hurgar en todo el mapa electoral del país, divido por secciones electorales. Recorren cada solar, avenida, terracería, camino, con lluvia, viento o sol, los dirigentes verdaderos.
Es el brigadista -voluntario y convencido de su lucha- el principal responsable de esta tarea titánica de afiliar millones de protagonistas. Sujeto social de la esperanza. “Un brigadista puede mirar con la verdad a otra persona a los ojos” como decía José Revueltas. Un brigadista convence a los suyos, que padecen su misma situación económica desfavorable. “Solo el pueblo organizado puede salvar al pueblo.” No es un slogan, es una frase cargada de significado.
Este planteamiento recupera experiencias de organización como las brigadas estudiantiles del movimiento de 1968, que fueron efectivas para romper el cerco del autoritarismo feroz; o las Brigadas del Sol, creadas por el propio AMLO cuando ocupó la presidencia nacional del PRD y que generaron resultados electorales muy positivos entre 1996 y 1997.
A la tarea de convencer a cinco ciudadanos, se suman dos quehaceres también fundamentales: distribuir el periódico Regeneración, órgano informativo de MORENA que rememorando la lucha magonista con ideas y palabras da contenido a la labor cotidiana; y en una etapa más avanzada la tarea de construir comités seccionales o territoriales (Colonia, Delegación, Pueblo, Municipio).
Se trata de promover y defender el voto y su defensa, por una opción de izquierda, y también de desarrollar un movimiento de base en cada sección electoral del país, con un objetivo más firme: construir el poder que luche y defienda las políticas necesarias para lograr condiciones de vida digna para todos. Un poder obediencial se basa en la voluntad popular, en mandar obedeciendo, y en él se fundamenta MORENA como un referente que se habla de frente con la historia...
...Lo esencial: cada vez son más ciudadanos han comprendido la importancia de tocar puertas, de compartir los objetivos de nuestro movimiento con la gente, de asumirse como brigadista.A propósito del mundo que nos tocó vivir y del significado de las tareas de un brigadista, cito el artículo del Dr. Enrique Dussel “¿Y cuando todo se corrompe?” publicado en La Jornada el 19 de mayo de 2009. Hace dos años el filósofo escribió:
“La corrupción corroe al sistema hasta los huesos; es enfermedad gravísima, exige una terapia urgente y profunda, pero: ¿qué hacer? –se preguntaría Lenin–, ¿en quién confiar? –¿no sería caer en liderazgos nuevamente?– ¿por dónde comenzar? En un discurso famoso Fidel Castro exclamó: “¡Cuando el pueblo crea en el pueblo!” En eso consiste la conciencia crítica como consenso de las mayorías, de los oprimidos, de los excluidos. Los nuevos movimientos sociales antisistémicos, los ciudadanos de buena voluntad, los sindicalistas que se oponen a los charros, las feministas, los pueblos originarios que nos recuerdan una política nueva, en fin, la población que no ha dejado de luchar por la vida… y por rescatar a la Patria de los corruptos, deberían comprometerse en poner al “mundo sobre sus pies”, en participar en la política obediencial de los que todavía tienen esperanza (como la definía Ernest Bloch).”
¡MUERA EL MAL GOBIERNO!
¡SÉ PROTAGONISTA DEL CAMBIO VERDADERO!
¡SÓLO EL PUEBLO PUEDE SALVAR AL PUEBLO!
¡ÚNETE A MORENA!
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